Diferentes organizaciones (asociaciones, comités, colectivos), familias provenientes de diferentes lugares (Marruecos, Túnez, Argelia, Senegal, Níger, Guinea Conakry, Camerún, México) y personas muy diferentes entre ellas (militantes, abogados, investigadores y periodistas) lograron acortar las distancias físicas y espirituales que cotidianamente las fronteras vuelven desgarradoras e insuperables.

Lo hicieron en Oujda, ciudad símbolo por su posición en la frontera entre Marruecos y Argelia, entre el desierto y el mar, a sur del Mediterráneo. La ocasión fue el aniversario de la masacre de Tarajal, ocurrida el 6 de febrero de 2014, cuando más de 15 personas murieron o desaparecieron entre Marrruecos y España. El encuentro tenía como objetivo dar voz a las vítimas de esta tragedia.

Los participantes eran parientes o amigos de las personas migrantes fallecidas o desaparecidas en muchas otras fronteras, terrestres o marítimas, europeas o latinoamericanas; eran los que oyeron por última vez las voces de quien desapareció o quien recogió el testimonio de los sobrevivientes. También estaban aquellos que ayudaron a las victimas antes del viaje y los que trataron, con todos los medios posibles, que el viaje terminase bien; los que les ofrecieron ayuda médica o los que dieron una digna sepultura a sus cuerpos y a su memoria.

En Oujda se encontraron todas aquellas personas que se sienten parte de una gran familia, sin fronteras ni nacionalidades, una famiglia que lucha por cada uno de sus hijos e hijas porque si “vivos se fueron, vivos los queremos de vuelta”.

Esta ocasión ha sido el inicio de una nueva fase, en el largo camino iniciado en el 2013, que madurando ha llevado a consolidar la jornada de ConmemorAcción como un evento en el que el dolor de cada persona se transforme en la fuerza de un grupo transnacional y transcontinental que luche por obtener verdad y justicia.

Report de las reuniones en Oujda